De cuando en cuando surge la ocasión de pararse por un restorán de comida rápida, lo qué en mi caso presenta un gran dilema. Hay opciones "saludables" en el menú, además de hamburguesas con papas y otras cosas fritas, ¡pero yo no fui a ese lugar a comer ensalada! Es como ir a la pizzería y comer sólo palitos de pan. Osea, pa ensaladas las que hago en mi casa, exponencialmente más baratas y seguramente má saludables. ![]() ¿Entonces, qué hacer? sencillo, ¡cómase su hamburguesa! no es tan dañina como usted cree. Claro, tampoco pida aquella envuelta en tocino, rellena de queso, freída y vuelta a freír, tampoco ordene papitas ni tome refresco. Cómprese su botellita de agua nomás pa evitar la "ahogada". Pero más importante, coma despacio, disfrute su hamburguesa y verá que al final está satisfecho. ¿Sabe? el cerebro manda señales de saciedad (oséase, de que uno está lleno) pero éstas se toman su tiempo en llegar. Si se toma su tiempo para comer verá que hasta es posible que deje un bocado o dos de esa hamburguesa. Espero y le sean de utilidad estos consejitos. Y ya sabe, la comida rápida cómasela despacio. |
lunes, 8 de agosto de 2011
Pequeña guía para comer "Fast Food"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario